Las mujeres negras importan.
Sección 1: El contexto histórico
El maltrato de las mujeres negras durante el parto no es un fenómeno nuevo. Estados Unidos tiene una larga historia de explotación de los cuerpos de las mujeres negras para experimentación e investigación médica. Por ejemplo, J. Marion Sims, conocido como el "padre de la ginecología", realizó cirugías experimentales en mujeres negras esclavizadas sin anestesia. El legado de esta historia es que el dolor de las mujeres negras a menudo se descarta e ignora en el campo de la medicina. Este sesgo contribuye a las tasas más altas de mortalidad y morbilidad materna entre las mujeres negras.
Además, el campo de la medicina tiene una larga historia de ignorar las necesidades de las mujeres negras. Incluso hoy en día, muchas mujeres negras no son tomadas en serio cuando reportan síntomas de complicaciones relacionadas con el embarazo. Esta falta de atención y cuidado puede acarrear graves consecuencias, incluida la muerte.
El contexto histórico del maltrato de las mujeres negras en el campo de la medicina ayuda a explicar por qué las mujeres negras son tan vulnerables durante el embarazo y el parto. Los prejuicios implícitos y el racismo sistémico que están arraigados en nuestro sistema de atención médica deben abordarse para garantizar que las mujeres negras reciban la atención que necesitan y merecen.
Sección 2: El impacto del racismo y el sesgo implícito en las mujeres negras
No se puede subestimar el impacto del racismo y los prejuicios implícitos en las mujeres negras durante el embarazo y el parto. Los estudios han demostrado que las mujeres negras tienen menos probabilidades de recibir analgésicos durante el trabajo de parto y el parto, incluso cuando reportan dolor intenso. Esta disparidad se debe, en parte, al mito de que las mujeres negras tienen una mayor tolerancia al dolor que las mujeres blancas. Este mito tiene sus raíces en estereotipos racistas y no tiene base en los hechos.
Además, las mujeres negras tienen más probabilidades de sufrir complicaciones durante el embarazo y el parto, como hipertensión, diabetes gestacional y trabajo de parto prematuro. Estas complicaciones pueden poner en peligro la vida si no se diagnostican y tratan adecuadamente. Sin embargo, las mujeres negras a menudo no reciben el mismo nivel de cuidado y atención que las mujeres blancas, lo que lleva a tasas más altas de mortalidad y morbilidad materna.
El impacto del racismo y el sesgo implícito en la salud de las mujeres negras durante el embarazo y el parto es una crisis de salud pública. Es imperativo que abordemos este problema a través de la educación, la promoción y el cambio de políticas.
Sección 3: ¿Qué se puede hacer?
El primer paso para abordar el tema de la mortalidad y morbilidad materna entre las mujeres negras es reconocer el problema. Debemos reconocer que el racismo sistémico y el sesgo implícito existen dentro de nuestro sistema de atención médica y tomar medidas para abordarlos. Esto se puede lograr mediante una mayor educación y capacitación de los proveedores de atención médica sobre las necesidades específicas de las mujeres negras durante el embarazo y el parto.
Además, las mujeres negras deben estar empoderadas para defenderse a sí mismas y a su salud. Esto se puede hacer brindando acceso a recursos y apoyo, como doulas y parteras, que pueden brindar atención culturalmente competente y servir como defensores de las mujeres negras en el campo de la medicina.
Finalmente, es necesario un cambio de política para abordar el tema de la mortalidad y morbilidad materna entre las mujeres negras. Esto puede incluir el aumento de la financiación de los programas de salud materna, la ampliación de la cobertura de Medicaid y la implementación de capacitación sobre prejuicios implícitos para los proveedores de atención médica.
El tema de la mortalidad y morbilidad materna entre las mujeres negras durante el embarazo y el parto es un problema complejo y multifacético. Sin embargo, es un problema que puede y debe abordarse. Al reconocer el contexto histórico del maltrato de las mujeres negras en el campo de la medicina, reconocer el impacto del racismo y los prejuicios implícitos en la salud de las mujeres negras y tomar medidas concretas para abordar estos problemas, podemos trabajar para garantizar que las mujeres negras reciban la atención que necesitan. necesitan y merecen durante el embarazo y el parto.