Mas de el parto de Aujinai.
Baby Elijah.
El sonido del llanto de ese bebé era como música para mis oídos. Era el sonido más hermoso que jamás había escuchado. Las lágrimas corrían por mi rostro mientras los médicos limpiaban al bebé y lo envolvían en una manta. No podía creer que acababa de presenciar una nueva vida que llegaba al mundo.
Mientras celebrábamos su primer cumpleaños, reflexioné sobre todos los momentos que habían llevado hasta este día. Desde la primera vez que lo vi en la habitación del hospital hasta este momento, ha sido un viaje increíble. Me sentí muy agradecida de haber sido parte de eso. Ella me dijo que no podría haberlo hecho sin mí. Sentí lágrimas brotar de mis ojos mientras la abrazaba con fuerza.
Conduciendo a casa esa noche, sentí una sensación de paz y satisfacción. Fui testigo de algo realmente impactante y tuve la oportunidad de ser parte de algo extraordinario. Sabía que mi vida nunca volvería a ser la misma.