• Baby Leo.

    Como doula de nacimiento, lo he visto todo. María fue el parto más tranquilo y pacífico al que he tenido el privilegio de asistir y aquellos que son más desafiantes y requieren apoyo adicional. Pero una cosa es segura, sin importar el resultado, cada nacimiento es especial y único, y es un honor estar allí para apoyar a las madres a lo largo de su viaje.

  • Baby Samuelito.

    Ser doula de nacimiento es un llamado, una pasión y un privilegio. Pero hay un nacimiento que se destaca en mi memoria, una madre que tocó mi corazón y me enseñó mucho sobre la fuerza y ​​la resiliencia del espíritu humano. Amo a todas las madres con las que trabajo con todo mi corazón. No puedo describir lo agradecida que estoy.

  • Baby Elijah.

    Mi primer nacimiento Era un cálido día de verano en la ciudad de Everett y estaba a punto de presenciar algo que cambiaría mi vida para siempre. Fue un momento que nunca olvidaría. Impactó mi vida para siempre y fue parte de mi inspiración para trabajar en el campo de la salud no solo como doula. Como flebotomista, enfermera y doula de embarazo después de la pérdida.